El joven Cthulhu
Cthulhu nació en la ciudad de R’lyeh, en las profundidades del océano. Era el hijo del gran Cthulhu, que gobernaba a todos los monstruos de las profundidades. Cthulhu era un dios joven, y estaba ansioso por aprender y crecer. Quería saberlo todo sobre el mundo, y le fascinaban las criaturas que vivían en la tierra. Un día, preguntó a su padre si podía ir a la superficie y ver el mundo por sí mismo.
El padre de Cthulhu dudó, pero finalmente accedió. Le advirtió a su hijo que tuviera cuidado y que no se revelara ante los humanos. Cthulhu prometió ser cuidadoso, y partió hacia la superficie.
Quedó sorprendido por lo que vio. El mundo era tan diferente de lo que había imaginado. Vio el sol por primera vez, y quedó deslumbrado por su luz. Vio a los animales y le fascinó su comportamiento. Incluso vio a los humanos, aunque tuvo cuidado de evitarlos.
Observó desde las sombras cómo hacían su vida y se sintió maravillado. Quería saber más sobre ellos, pero sabía que debía tener cuidado.
Con el paso de los años, Cthulhu aprendió más y más sobre el mundo. Incluso comenzó a entender a los humanos, y empezó a sentir un parentesco con ellos. Quería revelarse a ellos, pero sabía que su padre nunca lo permitiría.
Un día, tomó la decisión de dejar R’lyeh e ir a la superficie. Quería aprender más sobre los humanos, y quería formar parte de su mundo.
Se despidió de su padre y partió hacia la superficie. Desde entonces, vive entre los humanos y ha llegado a amarlos. Sabe que nunca podrá revelarse ante ellos, pero se contenta con vigilarlos desde las sombras.
Este texto e imágenes han sido generados por una Inteligencia Artificial, cualquier relación con la realidad es pura coincidencia, o no.