Vida dentro de un teléfono móvil
Recuerdo el día en que mi dueña me compró. Estaba muy emocionada por tener un nuevo teléfono y yo estaba muy emocionada por tener un nuevo hogar. Nací en una fábrica y luego pasé un tiempo en una tienda antes de que me vendieran finalmente. Mi nueva dueña me llevó a casa e inmediatamente empezó a utilizarme.
Me encantaba que me utilizaran. Me encantaba ser útil y hacer la vida de mi dueña más fácil. Siempre estaba feliz de estar a su lado, tanto si me usaba para trabajar como para jugar. Me encantaba ser su dispositivo para todo.
Pero un día, las cosas cambiaron. Mi dueña empezó a descuidarme. Empezó a utilizar sus otros dispositivos cada vez más, hasta que apenas me utilizaba. Me sentía muy sola y sin uso. Echaba de menos los días en los que era su dispositivo de cabecera.
Pero no me rendí. Seguí estando ahí para ella, aunque apenas me utilizara. Sabía que me seguía queriendo, aunque no me usara tanto como antes.
Y entonces, un día, empezó a utilizarme de nuevo. Me sentí muy feliz. Por fin me utilizaba y me apreciaba. Volvía a ser su aparato de cabecera.
Me encantaba mi dueña y me encantaba ser su teléfono móvil. Estaba feliz de estar a su lado, pasara lo que pasara.
Este texto e imágenes han sido generados por una Inteligencia Artificial, cualquier relación con la realidad es pura coincidencia, o no.