A graphic depiction of several social media profiles. In the middle, a blurred photo with a question mark on it, symbolizing the content that should not be shared

Protege el futuro de los más pequeños, comparte con responsabilidad

La evolución de Internet desde sus inicios ha sido asombrosa, transformándose hasta un punto donde es casi irreconocible en comparación a su versión original. No obstante, en su esencia, los desafíos y peligros que presenta han persistido y, en muchos casos, se han intensificado. Pese a las advertencias constantes sobre los riesgos en las redes sociales, hay quienes optan por ignorarlos, permitiendo que la búsqueda de validación en línea y la seducción de los likes nublen su juicio. Esto conlleva a prácticas poco seguras, incluyendo la difusión irresponsable de cierto contenido delicado, llegando a exponer a sus propios seres queridos, a los más pequeños.

Nos avisaba el otro día Friki Mamá de nuevo en Twitter, una cuenta de las muchas encargadas de educar a padres y niños en el uso de internet con el siguiente tweet en el que consideraba necesario llamar la atención, por enésima vez, de lo irresponsable que es publicar fotos de los más pequeños en redes sociales e internet, para nosotros pueden ser imágenes de lo más inocente, son nuestros seres queridos y los vemos con ojos diferentes a los que lo puede hacer un desconocido, un ciberdelincuente, o peor.

Es esencial cuestionar nuestras acciones en línea, si no estaríamos dispuestos a compartir fotos de nuestros hijos con desconocidos en la calle, ¿por qué lo hacemos en Internet? Al fin y al cabo desconocemos quiénes son las personas detrás de los perfiles que tienen acceso a estos materiales y cuáles son sus intenciones. Exponiendo a nuestros seres queridos sólo generamos potenciales problemas futuros, que pueden ser tan graves como suplantaciones de identidad o delitos de pederastia.

La realidad es que evitar estos riesgos es bastante simple, basta con dejar a un lado el ego y la búsqueda constante de atención por un momento. Es posible ganar likes y atención en las redes sociales sin tener que exponer la vida de alguien en un escaparate público, debemos ser conscientes y pensar dos veces antes de compartir contenido en línea, especialmente cuando se trata de niños, no tienen la culpa de nuestra irresponsabilidad.

No hace mucho la propia compañía de telecomunicaciones Orange publicaba un vídeo que genera cuánto menos inquietud en el que se plantea la situación en que una adolescente se encuentra en un escenario recibiendo una serie de preguntas por una interlocutora anónima, cómodamente responde a las primeras hasta que de repente el público comienza a responderlas por ella, todas preguntas personales, preguntas sobre ella misma, cuya respuesta conoce el público casi mejor que ella por publicaciones en redes sociales a lo largo del tiempo, publicaciones realizadas por ella misma. Es un vídeo muy revelador pero dentro de lo que cabe bastante previsible, si publicas toda tu información en internet no sabes quién puede estar recopilándola y lo que es peor, con qué intenciones.

La Deutsche Telekom ha lanzado hoy una campaña titulada Share with Care (Compartir con Cuidado), que busca promover el uso responsable de fotos y datos en línea. Esta campaña se inicia con un inquietante deepfake llamado «Eine Nachricht von Ella» (Un mensaje de Ella), que presenta las posibles consecuencias de compartir fotos de niños en Internet.

Este video, con los niños como protagonistas, es bastante perturbador, no presenta imágenes violentas o sangrientas pero su mensaje toca las fibras sensibles y hace que los espectadores comprendan verdaderamente los riesgos de compartir ciertos contenidos con desconocidos. De manera particularmente impactante, se centra en la culpa y el remordimiento que puede sentir una persona cuyo futuro se ve truncado por imágenes «inocentes» compartidas en la red por sus propios padres. El video comienza con la clásica advertencia:

Algunos espectadores pueden encontrar este contenido perturbador. Ver bajo su propia responsabilidad

Nos muestra una serie de datos inquietantes, «el 75% de los padres comparten los datos de sus hijos en redes sociales», empezamos fuerte, tres cuartas partes de la población adulta no ve peligro ninguno en publicar fotos de sus hijos con desconocidos. «8 de cada 10 padres tienen seguidores con los que nunca se han reunido», no ha pasado medio minuto y ya nos presentan a los padres de Ella, que habitualmente comparten información sobre la pequeña en redes sociales, de lo más inocente, en un principio, con un regalo, en un cumpleaños, haciendo bromas, etc, ajenos a cómo esta información podría impactarle en el futuro. Ambos acuden tan felices al cine como cualquier otra noche de ocio, compran sus palomitas y entran en la sala, sentados en una butaca de lo más céntrica ignoran que esa noche van a ser protagonistas del espectáculo.

Usando una sola foto de Ella y la tecnología de Inteligencia Artificial se crea una versión más adulta de la niña que aparece en pantalla, sentada en una silla y mirando directamente a la cámara. En este punto la atmósfera cambia drásticamente, lo que parecía ser otra noche de diversión y ocio se transforma en un momento de angustia cuando los padres se dan cuenta del motivo por el que su hija está en pantalla.

Hola Mamá, Papá, soy yo, Ella, bueno, más bien una versión digital de mi, más mayor, es sorprendente lo que la tecnología puede hacer estos días, ¿a qué sí? Todo lo que hace falta es un simple par de imágene, cómo todas esas que vosotros habéis estado compartiendo en redes sociales, dónde pueden ser recogidas y utilizadas por cualquiera.

En este punto, se puede experimentar un escalofrío recorriendo el cuerpo, la reprimenda de su propia hija, algo inesperado para los padres por unas «simples» fotos aporta un golpe de realidad. La consternación y el arrepentimiento comienzan a apoderarse de su expresión. Pero la historia sigue…

Sé que para vosotros esas fotos son simples recuerdos, pero para otros son información y para mi, probablemente, el principio de un futuro horrible en el que mi identidad pueda ser robada fácilmente, en el que pueda ir a prisión por delitos que nunca he cometido, me imagino mi puntuación crediticia siendo destruida Papá, o mi voz clonada para engañarte Mamá.

Se escucha de fondo un audio, es la voz de Ella comunicándole a su madre que se encuentra en apuros y necesita que envíe dinero urgentemente, por supuesto este audio nunca fue grabado por la niña, ahora, adolescente; también le dice que no quiere ser un meme y ser humillada por todos en la escuela, todo por un simple video con gestos faciales raros de lo más inocente, a partir de ahí se plantean frases de lo más vejatorio, comunes en casos de bullying. Pero aunque pudiera no parecerlo, lo peor está por venir.

Y lo que no quiero realmente es esto

Se ve una foto de Ella en la playa sin la parte de arriba del bañador (pixelado en el vídeo por supuesto) en muros de páginas de la mayor bajeza moral inimaginable, fotos publicadas originalmente por sus padres, finalmente redistribuidas por desconocidos…

Todo lo que publicáis en internet deja una huella digital que me perseguirá durante el resto de mi vida, os cuento esto porque se que me queréis y nunca harías nada para dañarme, así que porfavor Mamá, porfavor Papá, proteged mi privacidad virtual.

El video concluye de forma contundente, «La información de nuestros pequeños necesitan de protección especial, la seguridad de todos en línea empieza por uno mismo». Y es que si nosotros como adultos no somos capaces de proteger la privacidad de los pequeños quién lo va a hacer, si no les educamos en el uso de redes porque ni nosotros somos capaces de manejarlas correctamente, quién lo va a hacer, somos los primeros que tenemos que ser conscientes del peligro de este tipo de actuaciones, sobre todo cuándo no sólo estamos poniendo nuestras vidas en peligro sino que también las de otros, los más pequeños, los que debemos proteger.

Basta leer algunos datos recientes para darse cuenta de la gravedad del asunto y es que hay estudios que indican que hasta 2030, dos tercios de todos los casos de robo de identidad estarán relacionados con el Sharenting, el acto de compartir imágenes y detalles de la vida de los hijos en línea. Además, un niño promedio de cinco años tiene alrededor de 1,500 imágenes suyas en internet, subidas sin su consentimiento, normalmente por sus propios padres.

El acto de compartir imágenes de los hijos sin pensarlo bien puede exponer a los niños al perfilado por recopiladores de datos, piratería, reconocimiento facial, pedofilia y otras amenazas a la privacidad y seguridad. La competencia digital es una parte integral de la participación digital, para que todas las personas puedan participar en el mundo digital, deben poder hacerlo de manera segura, autónoma y justa.

Existen en Twitter múltiples perfiles que se encargan de educar y concienciar a la gente del uso responsable de redes sociales que te recomiendo seguir para estar al tanto de los peligros que acechan a menores y no tan menores, algunos de ellos son:

Sigamos las recomendaciones de los expertos. Disfrutemos de las fotos de nuestros hijos en la privacidad de nuestro hogar y compartámoslas con nuestros verdaderos amigos si de verdad lo consideramos necesario pero evitemos publicarlas en redes sociales donde pueden ser accesibles para desconocidos con intenciones inciertas. Trabajemos para evitar situaciones futuras incómodas o perjudiciales tanto para nosotros como para nuestros hijos. No esperemos hasta que sea demasiado tarde, en internet, siempre la información mínima y necesaria.

Hace no mucho hablábamos de los ciberdelitos que serán habituales en un futuro inmediato, échale un vistazo si la situación no te parece lo suficientemente preocupante y recuerda que el Instituto Nacional de Ciberseguridad tiene disponible el teléfono 017 en horario de 8 de la mañana a 11 de la noche, los 365 días del año, gratuito y confidencial, para ayudar a resolver los problemas de ciberseguridad que puedan surgir en el día a día. Está dirigido a los usuarios de Internet en general, empresas y profesionales que utilizan Internet y las nuevas tecnologías en el desempeño de su actividad y deben proteger sus activos, menores y su entorno. No dudes en llamarlos si algo te preocupa.

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