Alberto Méndez

Érase una vez una diminuta criatura conocida como tardígrado. Los tardígrados son animales microscópicos que pueden vivir en los entornos más extremos de la Tierra. Pueden soportar temperaturas tan bajas como -328º Fahrenheit (-200º Celsius) y tan altas como 302º grados Fahrenheit (150º Celsius), pueden sobrevivir sin comida ni agua durante años e incluso soportar el vacío del espacio.

El sentido de la vida es algo difícil de definir, es diferente para todos y puede cambiar durante la vida de una persona. Para algunos el sentido de la vida trata sobre hacer el mundo un lugar mejor, para otros es disfrutar cada momento y vivirla al máximo, no importa cuál sea tu sentido de la vida, lo importante es recordar que es tuyo y que deberías vivir a tu manera.

Recuerdo cuando fui un unicornio, era la criatura más bella del bosque, todos los demás animales me miraban y admiraban, era fuerte y poderosa y todos querían ser mis amigos.

Nací como esclavo, mi madre y padre también nacieron como esclavos y sus padres antes que ellos. No puedo recordar una época en la que no fuera esclavo, ni siquiera sé lo que es la libertad, sólo sé lo que es ser esclavo.

Era un bonito día, el sol brillaba y los pájaros cantaban, las flores florecían y los árboles se mecían con la brisa. Todo estaba correcto en el mundo excepto una cosa. Había una guerra, una guerra que había durado demasiado tiempo.