Alberto Méndez

Esta es considerada por muchos la era de la información por la ingente cantidad a la que tenemos acceso. Vivimos en una época en la que el acceso a la información es constante y nosotros mismos la reclamamos, la globalización de una de las tecnologías más importantes probablemente de nuestra existencia nos ha aportado un gran avance y ha alterado no sólo nuestra forma de comunicarnos sino nuestra forma de vivir.

Casi cualquiera tiene acceso a un dispositivo conectado a la red de redes y aun no teniendo acceso directo es fácil conseguirlo y abrirse a él, un mundo nuevo, una realidad alternativa. Un mundo en el que cualquiera tiene el don de la palabra, cualquiera puede escribir y opinar, no hay que pedir permiso y puede hacerse muy fácilmente incluso de forma gratuita, sea del tema que sea, sea cuál sea la opinión.

Y es que de lo que vengo a hablar hoy es de eso precisamente, toda esa información a la que estamos expuestos y la importancia que algunos le dan sin plantearse siquiera si la información que reciben es real o pertenece a esa realidad alternativa que es internet.

Ya en la era pre internet las noticias relevantes eran fácilmente viralizables sólo que el alcance era mucho menor y su expansión mucho más lenta, ahora cualquier noticia relevante tiene la capacidad de alcanzar una magnitud global, en cuestión de segundos una información concreta puede alcanzar el otro lado del planeta, incluso dar la vuelta varias veces cruzándose en su camino con todo tipo de persona sin saber cómo esa puede afectarles, pero eso no importa parece que lo mejor es llegar cuanto antes y más lejos mejor, mintiendo si es necesario.

Lo vemos con el clickbait de los videos de Youtube, las campañas de marketing más recientes, los titulares sensacionalistas que tanto abundan actualmente, se busca llegar lejos y pronto sin importar las consecuencias, viralizar nuestra información para causar el mayor beneficio a corto plazo posible. Se ha visto tambien con múltiples noticias en los últimos tiempos (no voy a dar ejemplos concretos, pero una simple búsqueda servirá para ver múltiples ejemplos), en todos los temas y en diferentes ámbitos, «no pasaría nada» si estas noticias no tuvieran mayor alcance del debido pero hay un problema enorme cuando la bola crece y no para de rodar, mucha gente sin pararse a pensar la incorporará a su argumentario sobre todo cuando confirma su forma de pensar, ese sesgo de confirmación del que consciente o inconcientemente todos pecamos.

Como decíamos al principio, en internet cualquiera puede dar una información, por lo que como consumidores de información que somos debemos ser consciente de lo que ello conlleva y por lo menos plantearnos por un momento que lo que estamos leyendo quizá no sea real, no es malo leer ficción, faltaría más, siempre y cuándo seamos conscientes de ello, al igual que no es malo que cualquiera tenga el derecho a publicar informacion o dar su opinión, todo lo contrario, una de las bases de internet es la comunicación libre y abierta de información, su democratización.

Esto no es algo exclusivo de internet y siempre ha existido, es bien sabido que la línea editorial de los medios tradicionales marca las pautas de lo que se ha de publicar y cómo ha de publicarse, todo en base a unos intereses, en un entorno relativamente nuevo, sin «control» y con un alcance masivo como es internet sería bueno saber de dónde procede la información que leemos.

Para mi personalmente, en internet todo es mentira hasta que se demuestra lo contrario. Podría decir que en realidad vivimos en la era de la desinformación pero sería llegar muy lejos, ser muy pesimista, por lo que prefiero decir que no estamos del todo informados como creemos y que pensar que por informarnos en internet en vez de los medios tradicionales estamos mejor documentados es erróneo.

¿Y tú que opinas?

Alberto Méndez

Desarrollador de software con más de 10 años de experiencia profesional, informático, emprendedor y entusiasta por la tecnología desde tiempos inmemoriales. Inquieto por defecto, curioso por naturaleza, trato de entender el mundo y mejorarlo utilizando la tecnología como herramienta.