Alberto Méndez

Monólogo

Buenas noches a todos, ¿cómo están? Yo estoy bien, gracias por preguntar. Lo primero que quiero decirles es que la vida… ¡es una comedia! Si no me creen, ¿alguna vez han intentado montar un mueble de IKEA sin perder la cordura? ¡Esa es la comedia de la vida!

Aquí estamos, en este planetilla azul, y la gran mayoría de nosotros no tenemos ni idea de qué está pasando la mitad del tiempo. ¿Cierto? No te preocupes, no estás solo. Yo tampoco tengo idea. Pero aquí estamos, intentando encontrar sentido en este espectáculo loco y desenfrenado llamado vida.

Hablemos de nuestras vidas cotidianas, por ejemplo. Todos los días nos levantamos, nos vestimos, intentamos combinar colores sin parecer un arco iris en un accidente de tráfico, comemos algo que pretendemos llamar desayuno, a veces es un pedazo de pan con café que sabe a desesperación, y luego nos vamos a trabajar. ¿Y por qué? Para pagar la renta de un lugar que sólo vemos cuando estamos demasiado cansados para disfrutarlo. Ah, ¡la comedia de la vida!

¿Y qué me dicen de la comida? ¿Por qué las cosas que más nos gustan son las que nos matan más rápido? Pasteles, hamburguesas, helados, alcohol… ¿Por qué no puede ser algo horrible como las coles de Bruselas? Si las coles de Bruselas fueran malas para la salud, todos seríamos inmortales. ¿Verdad?

Y, ¿cómo olvidar las citas? Ahí es cuando la vida realmente se pone cómica. Intentamos parecer interesantes mientras comemos sin parecer hambrientos. Y siempre terminamos contando la misma historia de cuando éramos niños y nos quedamos atrapados en el árbol del vecino intentando rescatar a nuestro gato, que por cierto, ni siquiera era nuestro gato. ¿Por qué siempre volvemos a esa historia?

No quiero olvidar la tecnología, claro. Esa que supuestamente nos haría la vida más fácil. ¿Fácil? No lo creo. Antes, si te perdías, preguntabas. Ahora, si te pierdes, tu GPS te dirá con un tono condescendiente: «Recalculando». Y si tratas de leer un mapa, te darás cuenta de que es como intentar entender el lenguaje extraterrestre.

Amigos, la vida es una comedia. Es un espectáculo en el que todos estamos improvisando, intentando recordar nuestras líneas y no tropezar con los muebles. Así que la próxima vez que te sientas abrumado, recuerda que al menos estás dando un buen show.

Y en el gran escenario de la vida, la risa es el mejor aplauso que puedes recibir. Así que, ¡sonríe, ríe y haz reír! Porque al final del día, la vida es la comedia más hilarante que jamás tendrás el privilegio de vivir.

¡Muchas gracias y buena noche!

Este texto e imágenes han sido generados por una Inteligencia Artificial, cualquier relación con la realidad es pura coincidencia, o no.