WorkIO

WorkIO, un proyecto inesperado, 15 años después

Todo comenzó hace aproximadamente 15 años, estaba estudiando sistemas informáticos y dando mis primeros pasos por hobbie como programador, cuando empecé a estudiar informática mi idea era dedicarme a montar ordenadores, procesadores, memorias, estudiar, analizar y experimentar el vasto mundo del hardware, la programación no era uno de mis objetivos pero terminó atrapándome.

Sin yo ser consciente todo empezó modificando algunos scripts, que si Bash por aquí, Basic por allá, algo de Python puntualmente, HTML, CSS, poco a poco mi mente se estaba preparando para lo que vendría los años posteriores, lenguajes como C, C#, PHP, Java, algo más profundos y con mucha mayor complejidad que los primeros me presentaron un mundo en el que podía construir lo que se me antojase, luego vino Kotlin, Flutter y por el camino, mucha experimentación, pruebas e intentos. La mejor forma de aprender es haciendo.

Pero de lo que venimos a hablar aquí es de WorkIO, todo sucedió en uno de los puntos mencionados en el anteriormente, cuando empezaba a trabajar en una empresa local a través de una Empresa de Trabajo Temporal que me obligaba a final de mes a llevar apuntados en una hoja los días y horas de inicio y fin que hubiera realizado cada día durante, me vi apuntándolo todo en una libreta para luego pasarlo a las hojas correspondientes hasta que un día… «¿Por qué no crear una aplicación para automatizar esto?». Era la mejor manera de plasmar mis conocimientos, en un proyecto real, tangible y útil para alguien, para mi.

Y es que una aplicación tiene que ser útil, tiene que aportar algo al que la usa, ya sea en parte de información sobre un determinado campo, facilite la comunicación con otras personas afines, aporte entretenimiento, etc. Esta lo era, al menos para mi, ya no tenía que estar pendiente de apuntar las horas en un papel para luego tener que perder tiempo pasándolas a otro, las guardaba en mi móvil de camino a casa nada más terminar la jornada y a final de mes las consultaba para escribir en el papel final, me ahorraba tiempo, ahí está la clave, proporcionar un beneficio al usuario.

La gente suele buscar crear el nuevo, Google, Facebook o Twitter, la aplicación que sustituya a Just Eat o plataformas del estilo y eso es muy difícil, no sólo estás compitiendo con aplicaciones muy grandes, llevan mucho tiempo en el mercado y su agilidad es muy superior a la que puedas tener tú como individuo o pequeño grupo de individuos. En realidad, al menos para empezar yo creo que lo mejor sería encontrar un proyecto que resuelva una tarea específica, una necesidad muy concreta en la que no exista tanta competencia o al menos no tan grande, en el propio círculo personal seguro hay alguna tradición, afición, deporte, o habilidad única y ahí encontrarse el proyecto que en un futuro pueda ser susceptible de ser rentabilizado.

Cuándo creé WorkIO sólo pretendía utilizarla personalmente, ni había estudios de mercado, ni inversión, ni dinero, ni nada, una simple aplicación creada desde la tranquilidad de mi escritorio para mi uso personal, hasta que, un día, me dio por publicarla en la tienda de Google por si a alguien más le pudiera ser útil, ¡Inocente de mi! Lenta pero inexorablemente empezó a adquirir popularidad, muy pero que muy despacio los números empezaron a tomar forma, la gente empezaba a descubrirla poco a poco, empezaban a solicitar características y proporcionar ideas que ayudarían a mejorar la aplicación para hacerla útil de verdad, escuchar el feedback de los usuarios es importantísimo si no quieres que tu aplicación caiga en la irrelevancia. Las valoraciones mejoraban y la cantidad de gente que la utilizaba aumentaba con ello, acompañados de alguna que otra campaña promocional puntual, si no se conoce no se usa.

Se pueden realizar campañas de marketing gratuitas utilizando plataformas de intercambio de publicidad como Tappx por ejemplo, o aprovechando otros perfiles relacionados en redes sociales, etc, pero para una campaña más o menos efectiva y rápida va a ser necesario invertir en ello. Esto lo aprendí por el camino, por aquella época casi no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, simplemente seguía mi intuición, recordemos que yo había estudiado principalmente sistemas y un poco de programación, en su mayor parte de forma autodidacta por lo que de marketing ni idea.

Porque eso es una de las cosas más bonitas del proceso, tras 15 años gestionando un proyecto que al principio se llamaba simplemente Horas de trabajo y no hacía más que recoger los datos, guardarlos y mostrarlos hasta lo que es hoy muchas cosas han cambiado, también mis conocimientos, gestión de proyectos, atención al cliente, marketing, gestión y generación de contenido, puesta en producción, promoción, etc. Tanto WorkIO como yo hemos evolucionado de la mano hasta el punto en el que estamos, intentando hacerla un ecosistema en el que puedas gestionar toda tu vida laboral pasada, presente y futura. Porque vamos mucho más allá, no sé el tiempo que nos llevará cómo no sabía al principio que llegaría hasta aquí, si me lo hubieran dicho de aquellas no me lo creería, una aplicación utilizada por más de 15 mil personas semanalmente con cientos de miles de descargas y que me ha permitido centrarme en desarrollar mis propios proyectos bajo la identidad de BetaZetaDev.

Una nueva etapa, actualmente en proceso de construcción del que será el ecosistema en el que poder gestionar tu vida laboral al detalle, hemos empezado publicando esta misma semana la primera versión para iOS, ya conectada a la nube, los cimientos de ese ecosistema en construcción, en la actualidad se trata de una versión inicial que permite realizar las gestiones principales hasta llegar a igualar, en el futuro próximo a la versión de Android, se creará también un sistema para trasladar los datos de la antigua aplicación WorkIO para Android a la nueva versión Pro y se publicará la versión conectada a la nube en Android, además de una página web de información y gestión de los datos para el usuario, entre otras muchas características.

No ha sido nada fácil llegar hasta aquí, compaginar la vida laboral con proyectos personales, lidiar con un proyecto tanto tiempo, tú sólo, que a veces puede motivarte más y otras veces menos, con nuevas ideas sin tiempo para llevarlas a cabo, la frustración de ver que tu trabajo no se ve recompensando y a veces incluso valorado es duro. En general una gran experiencia a largo plazo que me ha traído muchos quebraderos de cabeza pero a su vez muchísimas alegrías y espero que así siga siendo en el futuro, nunca me cansaré de pelear tanto por lo que creo como por mis ilusiones, para mi, el simple hecho de haber llegado hasta aquí ya es un éxito, nunca me lo hubiera imaginado, sólo el futuro sabe dónde terminará la «aventura» de WorkIO, yo por mi parte lucharé para hacerla realidad y te animo a hacer lo mismo.

Si tienes algún proyecto en mente que creas pueda ser realmente útil para los demás te animo a llevarlo a cabo, sin dudarlo, lo peor que puede pasar es que aprendas mucho y conozcas a mucha gente por el camino, pero valdrá la pena, en mi lista de proyectos tengo unos cuántos «fracasos», algunos de ellos los puedes ver en mi portfolio, sin ellos puede que no hubiera llegado hasta aquí, todos forman parte del desarrollo tanto personal como profesional, saca partido a tus errores y conviértelos en aprendizaje.

Deja algún comentario abajo si tienes algún aporte, duda o sugerencia. Puedes ver más información de WorkIO y otros proyectos en funcionamiento en la página de BetaZetaDev

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