El viaje de 2024, entre proyectos, aprendizajes y un futuro aun en construcción
El año llega a su fin, y como siempre, es el momento ideal para detenerse, mirar atrás y reflexionar. Este ejercicio de perspectiva me permite valorar los aprendizajes, reconocer los logros y, sobre todo, preparar el terreno para lo que está por venir. Este 2024 no ha sido una excepción, con sus retos y satisfacciones, y hoy quiero compartir contigo algunos de los momentos más significativos de este, segundo año, de emprendimiento.
Arrancaba el año lleno de ilusión con MesaParaTi, un proyecto derivado de Baast!, que inicialmente había sido diseñado como una aplicación para pedir desde la mesa en bares y restaurantes que no logró despegar, en gran medida debido a la ausencia de un plan de promoción sólido. La app quedó en pausa durante un tiempo hasta que surgió una nueva oportunidad: transformarla en un sistema de reservas de mesa para restaurantes que, además, integraría pagos desde la aplicación. La idea era solucionar un problema cada vez más habitual: las reservas canceladas a última hora.
En este relanzamiento conté con la colaboración de un «socio». Trabajamos durante unos meses en darle forma al producto, enfocándonos en desarrollar un Mínimo Producto Viable. Sin embargo, a medida que el objetivo se iba cumpliendo las diferencias en las prioridades entre las partes se hicieron evidentes, desalineaciones que terminaron afectando la viabilidad del proyecto, hasta el punto en que decidí dar un paso atrás. Fue una decisión difícil, pero necesaria para concentrarme en los aspectos de mi negocio que ya estaban en marcha y demostraban un crecimiento más estable.
A lo largo del año he estado trabajando en la construcción de la imagen de BetaZetaDev e impulsando su presencia en redes sociales. Aunque los números aún son modestos, el crecimiento es constante. En cuanto a WorkIO, la versión para Android ha mantenido un crecimiento estable, a pesar de los inevitables altibajos, mientras que la versión para Iphone ha mostrado un ascenso continuo y sostenido. Precisamente esta última es la que ocupa la mayor parte de mi tiempo actualmente y en la que tengo centrados mis esfuerzos. En abril, recibí los primeros contactos de una entidad internacional interesada en adquirir WorkIO, pero finalmente decidí rechazar la oferta al no cumplir con las expectativas. Aun así, fue una experiencia interesante que se suma a los momentos clave de este año y refuerza mi motivación para seguir desarrollando el proyecto con una visión a largo plazo.
Originalmente, había planificado una actualización importante para finales de este año, pero no fue posible debido a un problema con una de las librerías principales de la aplicación. Trabajar con Flutter, un framework que aún es relativamente joven, tiene sus desafíos, especialmente cuando se trata de librerías nuevas. En este caso, la librería que gestionaba las comunicaciones entre la aplicación y el servidor presentó una serie de complicaciones que hicieron inevitable una refactorización bastante profunda.
A pesar de tener una estructura de código bien organizada y separada por dominios, el uso de GraphQL añadió un nivel extra de complejidad. La migración implicó rehacer prácticamente todas las comunicaciones con el servidor, ya que las librerías antigua y nueva manejaban de manera distinta la creación, gestión e instanciación de las clases del modelo. Ahora, al cerrar el año, el proceso de refactorización está completo, aunque sigo realizando pruebas de uso real y afinando detalles, además de trabajar en mejoras de diseño y usabilidad para ofrecer una experiencia más pulida a los usuarios en esta nueva versión.
En marzo de este año estrenaba news.betazeta.dev, una página de noticias sobre tecnología que utiliza Inteligencia Artificial para resumir y traducir artículos relevantes originalmente en inglés. Como apasionado de la tecnología, siempre trato de estar al tanto de su evolución, y este proyecto nació con la idea de compartir esas noticias que considero más importantes con el público general. Aunque es un proyecto secundario, le estoy dedicando un esfuerzo considerable con la esperanza de, en el futuro, convertirlo en una iniciativa viable y monetizable.
Actualmente, además de la página web, he desarrollado una aplicación móvil que permite recibir las noticias directamente desde el teléfono. También he integrado el proyecto con redes sociales como Instagram, X y LinkedIn, y he creado un podcast generado por Inteligencia Artificial, que cada viernes resume las cinco noticias más destacadas de la semana. A largo plazo, mi objetivo es continuar trabajando en este ecosistema para hacerlo más atractivo y natural.
Uno de los aspectos que considero clave para mejorar es la calidad de las voces del podcast. Actualmente, son bastante robóticas y carecen de emoción, lo que frustra la experiencia del oyente. En el futuro, me encantaría reemplazarlas por voces más humanas o, incluso, incorporar interacciones reales con diferentes secciones. Sin embargo, siendo un proyecto secundario y con un enfoque a largo plazo, estas mejoras deberán esperar hasta que sea posible dedicarles más recursos.
Un poco más tarde llegaba LAIA (Little Artificial Intelligence Adventure), un proyecto inspirado directamente de mi curiosidad por los algoritmos de lenguaje, como un experimento para explorar las capacidades de estas herramientas en la creación de historias interactivas. Era yo pequeño cuando alucinaba con aquellos libros que te permitían decidir el destino de la trama saltando entre páginas: «si quieres que Joseph elija el camino de la derecha, ve a la página 38; si prefieres que continúe por la izquierda, salta a la página 23». Aquellos libros eran una especie de precursor de los videojuegos, pero en papel. Entonces pensé, ¿por qué no trasladar esa idea a nuestros tiempos utilizando algoritmos de Inteligencia Artificial capaces de crear historias?
Así nació LAIA, una app/juego en la que el usuario toma decisiones que dirigen el curso de una historia generada por la IA. Cada historia y cada camino son únicos: algunos tienen mucho sentido, otros no tanto, es más, una curiosidad al respecto es que, durante el desarrollo, uno de los mayores retos fue lograr que la IA terminara las historias, y aun más que lo hiciera de forma coherente. ¡Pero al final lo conseguimos! Aunque sea un experimento, mantengo la aplicación publicada porque me encanta la experiencia que ofrece y disfruto viendo cómo otros la prueban. Además, es una herramienta interesante para comprobar las limitaciones actuales de las IA.
En cuanto a rentabilidad, LAIA no es un proyecto lucrativo; de hecho, los costos por las peticiones a ChatGPT superan los ingresos que genera con la poca publicidad que tiene. Sin embargo, mientras los gastos se mantengan bajos, seguirá estando disponible para cualquiera que quiera explorar este tipo de experiencias. Para mí, es más un experimento que una fuente de ingresos, pero me llena de satisfacción saber que otros pueden disfrutarlo.
Otro experimento relacionado con los algoritmos de inteligencia artificial fue BuddyLingo, una aplicación diseñada para traducir utilizando la voz a varios idiomas. Este proyecto tiene un enfoque más práctico y cuenta con opciones de publicidad y compras integradas, ya que su desarrollo y mantenimiento implican mayores costes. La app traduce automáticamente de voz a texto y luego de texto a voz, de forma que el usuario puede seleccionar el idioma deseado, mantener presionado un botón para hablar y, tras unos segundos, escuchar la traducción en el idioma elegido.
Técnicamente, BuddyLingo es un proyecto relativamente sencillo, basado en llamadas a APIs específicas para la transcripción y síntesis de voz. Lo más complejo fue implementar el sistema de compras dentro de la aplicación, pero una vez resuelto, el resto fue bastante fluido. En tan solo unos días la app estaba lista y disponible. Es una herramienta útil para quienes desean experimentar con esta tecnología, aunque es cierto que muchos teléfonos ya integran funcionalidades similares de forma nativa y muchos más lo harán en un futuro cercano. Mientras tanto, la aplicación está disponible para su uso gratuito, financiada a través de anuncios o mediante la compra de créditos. Si te apetece probar una solución de traducción práctica y dinámica, te invito a echarle un vistazo.
Hacia finales de año, en septiembre, participé en un hackatón en línea organizado por RevenueCat, una empresa que simplifica la monetización de aplicaciones, cuyo objetivo era desarrollar, en menos de dos meses, una aplicación que integrase algún tipo de compra utilizando sus librerías. Personalmente, necesitaba un cambio de ritmo para desconectar de los proyectos más largos y evitar el temido burnout. Es algo que ocurre con frecuencia cuando trabajas en un mismo proyecto durante mucho tiempo: al principio, todo es emocionante y motivador, pero con el tiempo, la rutina y las obligaciones pueden desgastar a cualquiera, por lo que tenía la excusa perfecta para explorar algo nuevo con un tiempo limitado pero que pudiera servir para un futuro.
Así nació Spark – Story Craft Dices, una aplicación pensada para jugar en grupo y crear historias improvisadas utilizando dados tematizados. Los jugadores lanzan los dados, y los objetos que aparecen en las caras sirven como elementos que deben incorporar a sus historias. Es una forma divertida de pasar un rato creativo con amigos y familiares, una versión digital de los clásicos cubiletes de dados, pero con un toque más moderno y tematizado.
Actualmente, incluye dos conjuntos de dados: uno gratuito, con objetos cotidianos, y otro de fantasía que puede adquirirse como compra única. Cada pack tiene su propio estilo visual y una «banda sonora» temática que acompaña la partida. A pesar de no haber ganado ningún premio en el hackatón —algo que ya anticipaba dado el nivel y la cantidad de participantes—, considero que el proyecto fue un éxito personal. El hackatón me permitió construir algo nuevo y útil en un tiempo limitado, y sigue estando disponible para quien quiera probarla. Espero en el futuro añadir más packs de dados y mejoras para añadir nuevas funcionalidades y hacerla aún más entretenida.
Y poco más. Este año también ha estado lleno de desarrollos internos para optimizar la gestión de mis proyectos, así como de experimentación, pruebas e investigación. Diario de un desterrado, una historia que cuenta mi visión sobre el futuro de la sociedad, ha vuelto al tintero, esperando al momento adecuado para poder completarla. Además, estoy dedicando tiempo a practicar desarrollo de videojuegos, con el objetivo de, algún día, publicar algo interesante.
Para este nuevo año, mis planes se centran en seguir fortaleciendo el ecosistema de WorkIO. La primera meta será lanzar una actualización importante para iPhone a principios de 2025. Una vez que esta versión sea estable, comenzaré a añadir nuevas funcionalidades que convertirán a WorkIO en una herramienta aún más completa para gestionar el tiempo de trabajo. Es un camino con muchos pasos, pero cada uno me acerca más al objetivo. Además, seguiré experimentando y creando, porque, al final, eso es lo que realmente me apasiona. Tanto a nivel personal, como en nombre de BetaZetaDev, quiero desearte unas muy felices fiestas. Espero que disfrutes junto a tus seres queridos y que este nuevo año te brinde la fuerza necesaria para alcanzar tus metas y mucho éxito en tus proyectos.
Feliz Navidad y próspero año nuevo!!
Desarrollador de software, informático, emprendedor y entusiasta por la tecnología desde tiempos inmemoriales. Inquieto por defecto, curioso por naturaleza, trato de entender el mundo y mejorarlo utilizando la tecnología como herramienta.