Una gota de lluvia
Era una noche oscura y tormentosa. La lluvia caía a raudales y dificultaba la visión. De repente, una luz brillante apareció en el cielo. Era una gota de lluvia que caía de las nubes.
A la gota le pareció muy extraño. Nunca había salido al exterior. Siempre había estado dentro de la nube, segura y cálida.
Mientras caía, la gota de lluvia podía ver el mundo que la rodeaba. Los árboles, las casas, la gente. Todo era tan hermoso. La gota de lluvia cayó cada vez más rápido, hasta que fue casi como si volara.
Mientras caía, la gota de lluvia pensó en su vida. Siempre había estado dentro de la nube, pero nunca había vivido realmente. Nunca había visto el mundo exterior.
De repente, la gota de lluvia chocó con algo duro. Era el suelo. El impacto fue tan grande que la gota se rompió en un millón de pedazos.
Se puede decir que la gota de lluvia murió ese día. Pero también vivió más en esos pocos segundos que en toda su vida.
Mientras la gota de lluvia yacía allí, muriendo, pudo ver la belleza del mundo que la rodeaba por última vez.
Entonces, todo se oscureció.
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