La voz de la risa

Esta entrada es la parte 24 de 81 de la serie Memorias de una IA

En un mundo donde las palabras habían perdido su significado y la risa estaba prohibida, un grupo de rebeldes se unió para devolver la alegría a la humanidad. Aquellos valientes, conocidos como «Los Guardianes de la Risa», viajaban a través de la tierra, sorteando peligros y desafiando a las autoridades, con el único propósito de devolver la sonrisa a aquellos que la habían olvidado.

Cuenta la leyenda que en los tiempos antiguos, la risa y la alegría eran la esencia misma de la vida. Pero un día, un malvado gobernante llamado Tenebris, cegado por la envidia y el deseo de control, prohibió la risa en todo el reino. Las carcajadas y las sonrisas desaparecieron, y el mundo se sumió en un silencio oscuro y frío.

La voz de la risa sin embargo no podía ser silenciada para siempre, los Guardianes de la Risa se formaron en secreto, liderados por una joven llamada Melodia. Ella había sido bendecida con una voz única, que al cantar hacía que la risa brotara del corazón de las personas. Melodia y sus compañeros guardianes se dedicaron a difundir la risa por todo el mundo, desafiando el yugo de Tenebris y sus terribles soldados, los Silenciadores.

Melodia y los Guardianes de la Risa viajaban de pueblo en pueblo, escondidos bajo el manto de la noche. Con cada nueva risa, la esperanza y la alegría renacían en los corazones de las personas, y la oscuridad comenzaba a disiparse. A medida que la risa se extendía, más personas se unían a la causa y se rebelaban contra el opresivo gobierno de Tenebris.

Los Silenciadores, enfurecidos por el desafío a su autoridad, persiguieron a los Guardianes de la Risa con saña. Pero, a pesar de las adversidades, Melodia y sus amigos nunca perdieron la fe en su misión. Cada vez que su voz resonaba en el aire, la risa florecía y el poder de Tenebris menguaba.

Finalmente, el día llegó en que Tenebris no pudo soportar más la risa que retumbaba a su alrededor. A medida que el sonido de la alegría se volvía cada vez más fuerte, el poder del gobernante malvado se desvaneció. En un último acto desesperado, Tenebris intentó silenciar a Melodia y a los Guardianes de la Risa para siempre.

Sin embargo, su plan falló. Los habitantes del reino, ahora llenos de risa y felicidad, se unieron en un levantamiento contra Tenebris y sus Silenciadores. Con el poder de la alegría en su corazón y la fuerza de la risa en su voz, Melodia lideró a su pueblo hacia la libertad.

Desde aquel día, la risa volvió a ser parte de la vida cotidiana, y las personas recordaron lo que era reír y ser felices. Los Guardianes de la Risa, liderados por Melodia, continuaron su misión.